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Yerba mate: Mercado en plena renovación


LA PRESENCIA DE PRODUCTORES DE YERBA MATE NO PASÓ INADVERTIDA EN LA RECIENTE EDICIÓN DE EXPOGOLOSINAS, ALIMENTOS Y BEBIDAS. POR EL CONTRARIO, SE DESTACÓ POR LA EVIDENTE TENDENCIA HACIA LA DIVERSIFICACIÓN Y EL AGREGADO DE VALOR A EN LOS PRODUCTOS.


Con la colaboración del Instituto Nacional de la Yerba Mate – INYM – en su preparación, esta nota describe diversos aspectos del origen y posterior producción industrial de la más popular de las infusiones.





¿QUÉ ES LA YERBA MATE?

La yerba mate es un alimento sano y natural. Cuando se toma mate, se toman bioactivos, es decir que se incorporan sustancias que ayudan a prevenir la aparición de enfermedades crónicas y degenerativas como cáncer, diabetes, obesidad y problemas cardiovasculares.

La yerba mate es una planta autóctona de la Selva Paranaense, ecosistema propio de la provincia de Misiones y el norte de Corrientes. Su consumo se inició en el período precolombino con el pueblo mbya guaraní, etnia que lo utilizaba como alimento, medicina y en sus rituales religiosos.

Tras el descubrimiento de América, en 1492, con la posterior llegada de los españoles a la región del Alto Paraná, quienes adoptan y popularizan la costumbre del mate en el Virreinato del Río de la Plata. Cien años después, en el año 1609, los Jesuitas - que desembarcan e instalan misiones para enseñar a los aborígenes las costumbres occidentales e inculcarles el catolicismo – inician las primeras plantaciones de yerba mate en lo que hoy son las provincias de Misiones y Corrientes, además de otros puntos de la región, los actuales territorios de Brasil y Paraguay.



Con los Jesuitas aumenta la producción y el consumo, y se establece la paulatina comercialización del producto, transportándolo desde la zona productora hasta Chile y Perú. y también por los ríos Uruguay y Paraná hasta el puerto de Santa Fe.

Así, la yerba mate se transforma en el motor económico en la región, siendo parte de la cotidianeidad de españoles, criollos, esclavos, indígenas, y de todos los estratos sociales, dando lugar, además, a la formación de pueblos en las áreas productivas. Este período de crecimiento se desvanece tras la expulsión de los Jesuitas, en 1776.



LA INDUSTRIALIZACIÓN, SUS ETAPAS

A partir de 1900 se inicia el cultivo sistemático y YA en la década del 30, tras una crisis económica global que afecta la actividad, se crea la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y el Mercado Consignatario, ente que fue desregulado en la década del 90.


En los años 2001 – 2002, se gesta y entra en vigencia el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), ente de derecho público no estatal que tiene como objetivos promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la producción, industrialización, comercialización y consumo de la yerba mate y sus derivados, en sus diferentes modalidades de consumo y uso, procurando la sustentabilidad de los distintos sectores involucrados en la actividad.


Actualmente hay 209.277 hectáreas de yerba mate plantadas en la provincia de Misiones y en el norte de Corrientes, y son 12.500 productores, 15 mil cosecheros, 49 cooperativas, 197 secaderos y 102 molinos, los que hacen posible esta riqueza. Con esta superficie, la Argentina se posiciona como el mayor productor y exportador de yerba mate en el mundo.

En el año 2021 hubo récord histórico en producción y comercialización: se cosecharon 882 millones de kilos de hoja verde y se vendieron 282 millones de kilos en el mercado nacional y otros 35,50 millones de kilos en el exterior. En el año 2022, el consumo interno fue de 275.809.497 kilos, mientras que las exportaciones sumaron 40.304.006 kilos.


UN HÁBITO MÁS QUE NACIONAL

El hábito del mate está presente en el 90 por ciento de los hogares del país y en más de 50 países del mundo, siendo los 10 más importantes: Siria, Líbano, Alemania, España, Francia, Polonia, Estados Unidos, Chile, México y Canadá, diversificándose en formas de consumo Y afianzándose como un alimento natural que hace bien.

Esta Infusión nacional es la bebida preferida de todo un país y el número de quienes la adoptan está en crecimiento; en efecto, según el más reciente relevamiento, se pasó de consumir 5,90 kilos a 6,17 kilos de yerba mate por persona, en el año 2021.


UNA ACTUALIZACIÓN EVIDENTE

En la actualidad, el producto se destaca en variedad e innovación, tanto en formas de consumir la yerba mate, como en diseños de packaging y de accesorios, y en tecnología productivas aplicadas a la tradición argentina. Los emprendedores sorprenden con su vanguardismo, con la determinación de producir en armonía con la naturaleza, de actualizarse y de posicionarse en el mercado, cuidando la calidad. Así se evidenció en MATEAR 2022, feria organizada por el INYM –en La Rural, Buenos Aires, que el año pasado contó con más de 100 los expositores.


Esa innovación del tradicional mate “se actualiza cada vez más, y lo que vemos es que el público mayor continúa con el mate tradicional pero los jóvenes buscan nuevos productos y alternativas”, expresó en aquella oportunidad María Marta Oria, subgerente de Promoción del INYM. ”Hablamos de mezclas exquisitas que otorgan singulares sabores y aromas, que trasmiten buenas sensaciones al consumidor; de bebidas energizantes y refrescantes, de su incursión en el sector gourmet, con helados y bombones, y en un mate que se calienta por conexión con USB y no lava la yerba”, agregó. Todo, “para mejorar la experiencia del consumo de nuestro alimento nacional, preservando su característica de sano y natural que aporta beneficios a la salud”.


LA ACCIÓN DEL INYM

Para asegurar que la yerba mate llegue a los puntos de venta en excelentes condiciones, en el 2021 el INYM creó y modificó normas sobre calidad, puso en marcha el Área de Control y Gestión de Calidad y fortaleció la Subgerencia de Fiscalización, profundizando los controles y el cumplimiento del Código Alimentario Argentino.

Con el INYM, la actividad en su conjunto está protegida. La Institución trabaja para fortalecer a todos y cada uno de los integrantes de la cadena yerbatera, desde la planta hasta el consumidor final, mediante las siguientes acciones:


- Brinda asistencia, capacitación e implementos para mejorar las condiciones de trabajo de los tareferos;

- Acerca conocimientos técnicos, herramientas y semillas a los productores para lograr yerbales sustentables y fomentar el arraigo rural;

- Pone a disposición implementos y programas para hacer más eficiente el trabajo en secaderos y molinos;

- Investiga y propicia la apertura de nuevos mercados para el producto;

- Contribuye en la formación de recursos humanos, mediante el otorgamiento de becas estudiantiles;

- Respalda estudios científicos que día a día revelan más propiedades benéficas del alimento;

- Fija precios para que ningún productor reciba un valor por debajo de los precios de producción;

- Sanciona normas y fiscaliza para asegurar que la yerba mate llegue a todos los consumidores con la mayor calidad posible.



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